Un pitbull sordo y un humano chillón

Mira,

Muchas veces decimos cosas con la mejor intención y nada más acabar la frase te das cuenta de que la has cagado. (Esto me pasa bastante últimamente… pero solo con humanos con el resto de animales, no)

Sobre todo, te das cuenta cuando ves la cara del tío con el que estás hablando, que se empieza a poner rojo como la piel de un guiri en agosto, de que no has filtrado el mensaje bien.

Esto suele pasar cuando hablas mucho todo el día y acabas un poco destroyer de comunicar.

En plan, llegas a casa y tu pareja te pregunta si quieres un yogur y le pegas un grito por preguntártelo.

Aquí claramente, muy bien, no has filtrado el mensaje, la verdad…

Pues esto mismo es lo que les pasa a los perros con nosotros.

Que la gente no filtra lo que dice.

Es decir, que pensamos una cosa y comunicamos peor que Paquito el Chocolatero, y como después no nos hacen caso, encima le pegamos un grito al pobre perro, que nos mira con cara de haberse ido a vivir con un bipolar. Ahora ríe, ahora grita.

Un caos vaya.

El otro día vino una pareja con un perro que decían que debía de ser sordo, porque hacía lo que le daba la gana, pero solo a veces.

Como los pimientos del padrón que unos pican y otros no.

O sea, sordera selectiva.

Esto lo he oído cientos, miles de veces. Yo me los miro, sonrío y les digo,

– ¿No será que no te estás comunicando bien?-

La mirada ofendida y la respuesta inmediata siempre suele ser la misma.

¡Te digo que este perro es sordo o tonto, o las dos cosas!

Los humanos tenemos un gran problema con eso de asumir que a lo mejor, la cosa que no funciona es porque no lo estamos haciendo bien.

Así que lo más fácil en estos casos es demostrar que si te comunicas como un cromañón, pues a lo mejor, no te entienden.

Digo yo.

Después de soltar toda la presión como una olla exprés, suelen escuchar y entonces entienden que igual que a un niño de dos años, las cosas se les tiene que explicar de forma fácil y sobre todo motivadora para que quieran aprender y hacerte caso.

Esto o te lías a hostias para que te escuchen, pero vamos, no te lo aconsejo.

Más que nada porque como elijas este método de adiestramiento, que sigue estando tan de moda, en el que con unos cuantos tirones de correa y haciendo el ventilador con el cuello de tu perro atado a un collar de pinchos, solucionan el problema, a lo mejor llega un día en que tu perro te explica qué opina él de cómo comunicas tu mensaje…

Y te aseguro que no te va a gustar.

Lo que quiero decir con todo esto, es que vivir con un perro exige igual que con un niño pequeño, que nosotros aprendamos cómo explicarle traduciendo nuestras palabras CLAVE, (no frases interminables sin sentido para él) lo que queremos comunicar, como las normas de convivencia de la casa por ejemplo.

Tenemos tanta prisa y tan poco tiempo para dedicarles, que los perros acaban desequilibrados y hartos de nuestro mal humor, frustrados y tristes la mayor parte de las veces y esto, lo siento, es por culpa nuestra por querer que aprendan en dos clases lo que se aprende con un método estructurado y probado que da resultados si sigues los pasos.

¿O cuando la gente se apunta a aprender inglés al segundo día sale hablando perfectamente?

¡Pues imagínate como es para tu perro entender un idioma de un animal que es de otra especie!

Para los que quieran empezar por entender que si no hablan con claridad ya se pueden pasar los próximos 17 años de la vida de su perro pegando gritos…

AQUÍ.

SERVICIOS DE EDUCACIÓN CANINA AMABLE

PARA APRENDER A HABLAR PERRO