El otro día estaba en la parada del autobús,
bueno, en realidad estaba al lado,
observando,
que es algo que no puedo evitar hacer.
Mirar,
porque mirando a la gente se aprende,
mucho,
Se aprende todo lo que no se tiene que hacer,
sobre todo cuando tienen perros.
Otras veces sí, puedes aprender un montón de las conversaciones de las mesas de al lado,
cuando estás de birras.
Especialmente cuando se cuentan lo mal que se portan sus perros,
cuando les repiten tres mil veces que se bajen del sofá,
que no es la hora de ver la peli y hasta la noche no toca y cosas como esta.
Y es que la gente sigue pensando que los perros entienden nuestro idioma,
el verbal se entiende,
porque el corporal lo entienden todos los perros,
como cuando ven que cuando les miran sus humanos se les pone la cara roja,
que solo falta que les salga humo de la cabeza del cabreo que llevan cuando no consiguen
que su perro les haga caso.
Pero lo triste es que los perros, aunque se preocupen al verles cabreados como a una mona
vestida de Mari Poppins, no saben por qué su humano está enfadad@ y mucho menos
cómo conseguir que deje de estarlo.
Yo creo que los perros piensan que viven con anormales o con bipolares porque tan pronto
entran por la puerta les sonríen y abrazan,
como en un segundo empiezan a gritar como un becerro de tres meses,
dando por sentado que sus perros entienden perfectamente lo que les piden y desobedecen
expresamente sus “órdenes”. ( Lo de ordenar en lugar de pedir da para otro email…)
Bajo mi humilde opinión, yo creo que sería útil cuando planeo irme a vivir a un país en el
que no tengo ni pajolera idea de lo que me están diciendo,
que pierda un poco de tiempo en aprender un poco el idioma,
más que nada para que no me apaleen por la calle si en vez de
pedirles que me digan donde está una calle,
me equivoco y les llamo mono cabrón, por ejemplo,
el colmo es cuando además lo hago sin mala intención.
Pues a los perros les pasa lo mismo pero en las dos direcciones.
Te lo traduzco.
Una dirección es que cuando ladran están diciendo un montón de cosas en su idioma que
malinterpretas y castigas como si estuviese gritando mono cabrón a todo lo que se menea,
y lo que está haciendo es comunicar en un tono intenso algo que le preocupa y que quiere
dejar claro la mayoría de las veces,
aunque varía muchísimo el mensaje dependiendo de lo que ocurra a su alrededor.
La segunda dirección es que no tiene ni idea de lo que le estás diciendo el 99% de las veces con tus palabras,
AUNQUE TÚ CREAS QUE SÍ.
Garantizado.
Los perros están cansados de que ni les vean ni les escuchen.
Para los que quieran dejar de gritar como un mono con un martillo,
y se decidan a hacer algo útil como aprender cómo comunicarse con su perro para dejar de
gritar incoherencias, y disfrutar de una vida tranquila en calma y feliz con su perro,
y hacerles sentir comprendidos y queridos.
Aquí.
AHORA TE VEO.