Mira,
En esta historia si te pones en el lugar de tu perro, igual te enseña algo…
El otro día bajé a la tierra a arreglar el móvil que se me había fundido ( no me extraña
porque con la cantidad de mensajes de Whatsapp, emails y mensajes en redes lo raro es que no se derrita…)
Digo que bajé a la tierra porque vivo en lo alto de una montaña, con bosques, pajaritos y calma, mucha calma.
Me gusta tanto estar entre animales y árboles que cuando bajo a la civilización solo veo CARAS DE PERROS POR LA CALLE.
Eso sí lo veo.
Y OBSERVO,
y miro,
y lo que veo no me gusta nada…
Como te decía, el otro día no tuve más remedio que bajar al inframundo ( de vez en cuando
lo hago aunque no tenga que arreglar nada, más que nada para no perder mis habilidades
sociales..) y dió la coincidencia que estaban celebrando no sé qué fiesta popular de
Navidad, ni lo pregunté.
Había tanta gente junta en la calle, que no cabían ni los piojos.
Y entre todo ese tumulto en el que no veía las caras de la gente, ya te lo he dicho,
lo que sí ví es la cara de varios perros, con la expresión entre sorpresa y miedo de no
entender qué hacían allí en medio de tanto extraterrestre.
Y por qué pensaban eso? Me preguntarás.
Pues porque aparte de ver la vida a 50 cms. del suelo desde donde se ve
TODO
enorme y sobredimensionado, esos perros tenían que procesar un montón de información.
UNA, por qué de repente habían soltado a todos los humanos juntos.
DOS, si estaban todos juntos y además gritando
( en este país precisamente no nos caracterizamos por comunicarnos en voz baja…)
igual es que pasaba algo importante que no sabían bien, qué podría ser.
Y TRES, entre la gente, esa voz que salía de un aparato que berreaba como un ternero
acabando de nacer, y extraterrestres por la calle vestidos de Papá Noel, duendes y no sé
qué más,
debía ser que el mundo se estaba acabando…
La mirada de miedo, de incertidumbre, de me quiero ir de aquí y nadie se entera,
que ví en las caras de todos los perros que había allí,
ME RECORDÓ A E.T. MIRANDO AL CIELO
VIENDO COMO SU NAVE LO HABÍA DEJADO ALLÍ.
En concreto la de un caniche blanco, que no hacía más que buscar la mirada de la mujer
que lo acompañaba, ( a estas alturas los que me conocen ya saben que no considero que
nadie sea dueñ@ o propietari@ de nadie, solo personas que conviven con animales…)
para ver si en algún momento miraba a su perro para asegurarse de que estaba bien,
disfrutando del momento como ella…
En fin, para que su perro sintiera que no había bajado solo a la calle.
Pero no,
Luego se quejan de que si los perros estiran de la correa,
¿cómo no van a estirar si los acostumbran a salir a la calle como si las personas que van al
otro extremo de la correa no existieran?
Yo creo que los perros en cuanto cruzan la puerta de la calle, se teletransportan a otro lugar.
Pueden pasar dos cosas:
LA PRIMERA cosa, es que como en la calle nadie les hace caso más allá de gritarles con
sonidos extraños que no comprenden, resintonizan el canal y se desconectan de ellos.
LA SEGUNDA cosa, es que si lo normal es llevarlos a partidos de fútbol, manifestaciones y
masificaciones varias, su perro entienda que salir a la calle es ir a Vietnam años 70.
¿ Y CÓMO SE HACE PARA SALIR A LA CALLE EN CALMA,
EN LUGAR DE DE SENTIR QUE VAS CON UN CROMAÑÓN QUE NI TE VE NI TE ESCUCHA?
Esta duda y TODAS las que se te ocurran y digo
TODAS
las tienes en este curso on line en donde he grabado los problemas más importantes y frecuentes que o tienes, o probablemente
TENDRÁS
en breve, si no sabes lo que necesitan los perros para convivir entre nosotros en calma y sin asustarse.
Para los que quieren ocuparse de construir esa familia feliz que soñaron cuando trajeron a su perro a casa.
TE LO PONGO MUY FÁCIL.
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