Lo más frecuente es a los ruidos de petardos, coches, sirenas o camiones grandes, o a otros perros y humanos sobre todo a los hombres.
El miedo se genera no solo por experiencias previas traumáticas, también por asociaciones mal interpretadas ante un suceso neutro, provocando un susto creando así una emoción de miedo, causando ansiedad y otros factores fisiológicos asociados.
Cuando el perro reacciona ante otro perro por ejemplo gruñendo o ladrando, nosotros interpretamos que tiene mal carácter, está loco o es dominante….
Dejadme deciros que lo más probable es que sea una reacción derivada de la necesidad de alejar lo que él interpreta que es un peligro, por lo que no debemos coartar su necesidad de expresar su malestar, gruñendo.
Para solucionar este problemas os aconsejo que consultéis con un educador que trabaje con refuerzo positivo para que deje de asociar el problema con el miedo, solo así, conseguiremos aliviar y ayudar a vuestro perro. Los problemas no se solucionan cuando está detonando el problema, si no antes, con un trabajo estructurado para descondicionar el estímulo que causa el miedo.
Las técnicas basadas en castigos no solo no lo solucionan si no que además, lo empeoran puesto que el perro acabará más asustado no solo del problema que tenía, si no de no poder contar con vuestra ayuda, ya que se sentirá solo e incapaz de arreglar el problema por sí mismo, siendo la última solución acabar mordiendo.
Los trabajos con miedos os aconsejo que los estructure un educador, es un problema serio y se pasa muy mal tanto ellos como nosotros. En el video os lo explico mejor.