Tortugas Ninja

Las tortugas son seres que me llaman mucho la atención.

Siempre me han gustado.

De pequeña siempre tenía dos.

No una.

Dos.

Para que no se sintiera sola.

Y es que siempre he sentido las emociones de los animales.

Cómo cuando ves a alguien llorar y acabas llorando con él, por empatía…

Por eso ya entonces me preguntaba si realmente serían felices allí.

En aquella pequeña islita,

con un dedo de agua,

que se ensuciaba nada más ponerla. 

Y la gente me decía eso de… 

los de la tienda de animales ya sabrán lo que necesitan que para eso se dedican a eso… 

Después ya aprendí que, porque alguien se dedique a algo no tiene porqué tener ni puñetera idea de lo que está vendiendo.

Como los cortos de miras que venden collares de ahorque/púas o eléctricos que por cierto, 

ahora están prohibidos…

Dícese de veterinarios de la época de cuéntame o adiestradores de parque jurásico, 

que solo saben dar órdenes y someter para conseguir que el perro se 

acojone.

Como el cafre que vendía las tortugueras con un dedo de agua para que se murieran de pena y de asco, un poco de todo.

Las tortugas ninja al menos iban libres por la calle y podían decidir su vida,

pero las tortugas, pájaros, conejos y demás “mascotas” como llaman a cualquier ser vivo que es convertido en un juguete para los humanos,

no pueden decidir ni donde vivir, ni cuando salir a ver el mundo, y en el caso de los perros, 

la mayoría no pueden decidir ni cuando ir a mear. 

Todo está organizado a nuestra absoluta conveniencia, 

para nuestra comodidad.

Cuando comer, dormir, salir a hacer pis, a pasear, etc…

Todo esta falta de libertad causa serios problemas emocionales, 

aunque para darse cuenta de eso,la gente debería observar primero que los perros

 ( y todos los animales) TIENEN  emociones.

Una vez que llegan ahí, 

lo siguiente es darse cuenta de que si su perro se persigue la cola como un helicoptero que acaba de perder el control, 

no es que esté haciendo la gracia para hacerle reír, 

o si se chupa compulsivamente las patas o la oreja del perro que tiene al lado 

no es que sea un payaso de circo,

es que tiene un problema emocional, muchas veces causado por la soledad al estar muchas horas solo, 

o el aburrimiento,

los nervios, la hiperactividad, los ladridos compulsivos, el miedo, etc…

son problemas emocionales que acaban en grandes problemas de convivencia.

Como con las tortugas, pájaros y demás animales enjaulados impunemente que ni siquiera nos damos cuenta porque está normalizado y porque si se quejan ni les oyen, ni mucho menos les entienden.

De toda la vida.

En el caso de los perros es más evidente. 

Porque da por saco,

cuando te rompen el sofá,

o los libros de la estantería…

Y es cuando la gente se plantea dar al perro, en lugar de preguntarse qué han podido hacer ellos para que se haya creado el problema.

PARA LOS QUE QUIEREN SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS DE CONVIVENCIA

en lugar de echarle la culpa a que “este perro ha salido un demonio”…

AQUÍ.

ASESORAMIENTO DE PAUTAS Y FLORES DE BACH
Qué son las flores de Bach y cómo pueden convertir al demonio de tu perro en un ángel, te lo cuento en el siguiente email.